En estos días se habla de la posibilidad de ubicar y reflotar el submarino "Flasch", hundido en la bahía de Valparaíso, en tiempos de la guerra con España.
Algunos llamaron el "buque-cigarro" a esa obra del ciudadano alemán, avecindado en este puerto, Carlos Flasch, quien poseía un astillero, donde lo construyó. El proyecto pertenecía a otro alemán, el ingeniero E. Benne. Flash se entusiasmó y financió los trabajos, ante el desentendimiento del Gobierno.
La nave medía 10 metros de eslora y l.70 de puntal, poseía escotilla de cristal, compás de navegación, maquinaria para renovar el aire y un cañón a proa.
Valparaíso fue bombardeado por la escuadra española el 31 de marzo. Semanas después, Flasch abordó el buque con un par de personas, se sumergió a 7.50 metros y, a la hora, el submarino reapareció.
Ante ese éxito, Flasch subió a la nave el 3 de mayo, acompañado de su hijo mayor, Carlos 2º Flasch, de 14 años, los alemanes Valentín Baum, Guastavo Maas, Augusto Warmuth, Germán Schmidt y Luis Grinewinke y los chilenos Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez. No acudieron a la cita dos marinos franceses, que habían comprometido su partipación.
El buque se sumergió y reapareció instantes después, demostrando la calidad de su construcción. Repitió la maniobra un par de veces. A las 9 de la mañana efectuó la última inmersión, la fatal, pues nunca más afloró.
sábado, diciembre 09, 2006
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